La Historia que estas a punto de leer, es una investigación realizada por el Arqueólogo Subacuático Roberto Gallardo, extraída del libro Patrimonio Cultural Marítimo de El Salvador Registro de Pecios.
La foto del Título, apareció en la revista “La Quincena”, el 1º de septiembre de 1904, unos cinco meses después que el Capitán Irvine encalló el vapor en la playa. Cerca de esa fotografía estaba escrito que este buque se encontraba varado entre el muelle de Acajutla (actualmente solo quedan los restos) y la desembocadura del río Sensunapan.
El día 26 de diciembre de 2011 llegué al puerto de Acajutla e hice un recorrido por la playa, iniciando en el extremo este donde se encuentran los acantilados rocosos y caminando hacia el oeste. Cuando me encontré frente a la fuerza naval, a pocos metros de donde yacen los restos del antiguo muelle (otro sitio arqueológico muy importante) logré ver a lo lejos un objeto de metal que sobresalía en la playa.
Al indagar con algunas personas locales, me comentaron que esos fragmentos de metal pertenecen a un barco y no sabían cuánto tiempo tienen de estar allí. El propietario de uno de los muchos negocios en la playa me dijo que en los cincuenta años de trabajar en ese lugar siempre han estado esos restos a la vista. Decidí hacer una visita más de cerca para identificar estos fragmentos de metal y después de un rápido análisis llegué a la conclusión de que efectivamente pertenecen al motor de un vapor del siglo XIX, sin duda el SS Colón. Los restos identificados están en la playa muy cerca del oleaje y son la parte superior del motor, consistente en dos cilindros donde estaban ubicados los pistones. También se puede observar un conducto que llevaba el vapor hacia los cilindros para mover los pistones. Otros fragmentos de metal que son parte del pecio pueden verse inmediatamente hacia el norte y es muy probable que gran parte del motor y otros segmentos del buque se encuentren
cubiertos por la arena.
El 10 de enero de 2013 realizamos una visita al sitio. En las ventas de la playa entrevistamos a Mercedes Portillo e Isidoro Laínez Ramírez, una pareja de avanzada edad quienes nos expresaron que los restos pertenecen a un “barco que se llamaba Colón”, demostrando
que todavía hay personas locales que recuerdan el nombre del pecio.
Ubicación
Los restos del SS Colón se ubican en la playa de Acajutla, en el departamento de Sonsonate, a unos doscientos metros hacia el sureste de la bocana del río Sensunapan. Las coordenadas son: 13º35´52.69”N, 89º50´23.10”O
La Fotografía de arriba muestra un dibujo del motor que perteneció al vapor Río de Janeiro, construido seis años después que el Colón en J. Roach & Son, el mismo astillero donde se construyeron ambas embarcaciones.
Este dibujo esta marcado con un cuadro para compararlo con las partes que son visibles actualmente. Es evidente el conducto de hierro donde pasaba el vapor desde las calderas y llegaba hasta los dos cilindros donde se movían los pistones, uno de los cuales tenía 50 pulgadas de diámetro y el otro 88 pulgadas respectivamente. La diferencia en el diámetro de los cilindros es evidente en los restos que se identificaron en la playa.
Historia
El SS Colón fue construido en 1872 por John Roach & Son en Chester, Pensilvania, Estados Unidos y oficialmente registrado en 1873. Este es el mismo astillero que construyó el vapor SS San Blas 10 años después, un pecio registrado en el departamento de La Libertad por la Dirección de Arqueología (Gallardo, 2011;2012). El Colón era de 1,843 toneladas netas y 2,686 toneladas con carga. Tenía 292 pies de longitud y 40 pies de eslora. Estaba equipado con un motor compuesto de dos cilindros de 50 y 88 pulgadas respectivamente con 418 caballos de fuerza (Lloyd’s Register of British and Foreign Shipping).
El motor fue construido por Randolph and Elder en Glasgow, Escocia, y tenía cuatro calderas de 9 pies y 9 pulgadas de longitud x 13 pies de diámetro. Cada caldera estaba armada con hierro especial “para calderas” de 13-16 pulgadas, con doble remache, y tenían la capacidad de generar una presión de trabajo de 70 lb de vapor. El motor ocupaba un espacio de 13 x 19 pies y las calderas 33 pies. con 8 pulgadas x 23 pies, todo resguardado en mamparo de hierro que se extendía desde los pisos inferiores hasta la cubierta superior, de esta forma en caso de accidente todo el sistema generador de energía se encontraba fuera del alcance de fuego o agua, “En este aspecto es el buque más perfecto a flote en nuestras aguas” (Corresponsal del New York Times, nov 18, en el Daily Evening Bulletin de San Francisco 27 de noviembre de 1872). La hélice tenía 16 pies y 3 pulgadas de diámetro. Contaba con luz eléctrica, tres cubiertas (aunque en el Daily Evening Bulletin de San Francisco de noviembre
27 de 1872 se describe con cuatro cubiertas) y fue construido para la Pacific Mail Steamship Company bajo la superintendencia del Capitán F. R. Baby (Ibid).
Lanzamiento 1872-1873.
La tarde del 16 de noviembre de 1872, el Colón fue lanzado al mar desde el “Delaware River Iron Ship-Building and Engine Works”, astillero que también pertenecía a John Roach & Son. Al evento asistieron cientos de personas incluyendo el Comodoro J. R. Mullany de la Marina de Estados Unidos y el ingeniero en jefe de la Oficina de Ingeniería a Vapor en Washington. “En modelo, ella (el Colón) es muy atractiva y sus líneas demuestran que cuenta con los elementos de velocidad, estabilidad y gran capacidad de carga. Estará equipada y sus arreglos internos serán impecables. El salón para cenas se ubicará en medio del barco y estará arreglada con estilo y elegancia no superada por otro tipo de vapor interoceánico” (Daily Evening Bulletin, noviembre 17 de 1872).
En el año que se finalizó el Colón se estaban construyendo en Filadelfia y Wilmington ocho nuevos vapores para la Pacific Mail Steamship Company. De éstos, cuatro se construyeron en J. Roach & Son. Primero se finalizó el Colón y posteriormente el Colima, un vapor “hermano” muy similar al Colón. El Colima fue otro de los vapores que fondearon los puertos salvadoreños, especialmente para el transporte de personas y café, finalizando sus días al naufragar frente a las costas de Manzanillo en México.
Vida y funcionamiento en el Atlántico 1873-1893
El 8 de enero de 1873 se anunció que el Colón (recién construido) había sido remolcado de Chester, Pensilvania hacia Nueva York por el vapor América y pronto “tomará su lugar en la Pacific Mail Line” (North American and United States Gazette, enero 7 de 1873;The Atlanta
Daily Sun, enero 8 de 1873).
En marzo de 1873 se esperaba que ambos buques transportaran la próxima cosecha de té desde China y Japón (Daily Evening Buletin, marzo 11 de 1873), algo que nunca sucedió. Al mes siguiente se anunció en Hawái que todos estos vapores serán construidos de hierro y tendrán hélice en vez de ruedas laterales. “Dos de ellos, el Colón y el Colima ya fueron lanzados y pronto serán puestos en servicio”. Es importante notar que en este mismo artículo se mencionaron algunas ventajas de los vapores con hélice sobre los de rueda lateral y la buena calidad de los motores escoceses: “El tiempo ha probado que los buques de hélice son el tipo de vapores más económicos e igual o más rápidos que los de ruedas laterales. Los motores para estos buques se construyen en Glasgow y serán introducidos gratuitamente bajo las nuevas leyes que promueven la construcción de buques americanos. Los constructores ingleses y escoceses sin duda superan a los americanos en la calidad de sus máquinas para
vapores y han reducido el consumo de carbón a un punto mucho más económico. No se nos ha informado si alguno de estos buques será empleado en la ruta entre San Francisco y este puerto (Hawái), pero es posible” (Hawaiian Gazette, abril 23 de 1873).
Para mediados de 1873 el Colón ya aparece activo en el Atlántico en la ruta de Nueva York – Aspinwall (Colón), Panamá. El 10 de mayo salió de Nueva York hacia Aspinwall con varios pasajeros norteamericanos (Daily Evening Bulletin, mayo 12 de 1873).
En su regreso a Nueva York, el 18 de agosto, proveniente de Aspinwall, el Colón fue detenido y puesto en cuarentena por una epidemia a bordo. Los vapores que realizaban estas rutas no solamente funcionaban como transporte de pasajeros y carga, sino también traían noticias de los lugares de procedencia. En este caso los tripulantes del Colón informaron que el vapor Benicia se había perdido en el Pacífico. El Benicia salió de Mazatlán hacia Panamá el 14 de junio y no logró abastecerse de carbón en el puerto de Honduras, por lo que tuvo que continuar su viaje hacia Panamá con velas y hasta la fecha no había llegado a este puerto (Ibid, agosto 19 de 1873).
A finales de agosto de 1876, el Colón sufrió un grave accidente.
Dos días después de salir de Nueva York hacia Aspinwall (el domingo 20 a las 11:00 am), ocurrió una terrible explosión mientras se desarrollaban los servicios religiosos. Una gran fuga de vapor cubrió completamente el buque y causó alarma entre los pasajeros.
Después de un tiempo se descubrió que una de las calderas había explotado (The Highland Weekly menciona que fueron dos calderas las que explotaron). El jefe de ingenieros y un bombero murieron por la explosión y los cuerpos fueron dispuestos en el mar. Varios pasajeros resultaron quemados. El buque envió señales que fueron recibidas por el vapor Etna que inmediatamente fue al auxilio y lo remolcó hasta Nueva York (The Rutland Daily Globe, agosto 28 de 1876). El Colón quedó bastante dañado debido a la explosión.
En abril 28 de 1877, surgieron rumores afirmando que los vapores Colón, City of Tokio y City of Peking habían sido vendidos al gobierno de Rusia y que se les puso la bandera estadounidense a algunos buques rusos (Omaha Daily Bee, abril 28 de 1877). Esta noticia es incorrecta ya que el Colón nunca fue vendido al gobierno ruso.
A principios de febrero de 1891, el Colón pasó por una racha de peligros que casi lo hunden. Se enfrentó a una tormenta fuertísima en su trayecto desde Nueva York hacia Panamá, específicamente en la corriente del Golfo de México. Las olas eran muy grandes y pasaban
sobre la cubierta, entrando en las habitaciones y asustando a los pasajeros.
El cuarto del capitán fue azotado por una ola que arrancó la puerta. El mar estaba tan fuerte y las olas tan altas que los oficiales no podían mantener su puesto en el puente. Los pasajeros tuvieron que pasar bajo cubierta más de 48 horas. Al día siguiente apareció una luz justo frente al trayecto del Colón (otro buque). Por un momento no se sabía si ocurriría un choque de vapores, pero la catástrofe se evitó por pocos metros de distancia. En esos momentos el Colón era dirigido por el Capitán Lima (The Salt Lake Herald, febrero 4 de 1891).
El Colón en el Pacífico 1893-1904
A mediados de 1893 el Colón ya aparece en el Pacífico realizando la ruta San Francisco-Panamá. La primera referencia de este buque en las costas salvadoreñas es su llegada a Acajutla el 12 de junio de 1893, procedente de San Francisco. En esta ocasión no trajo carga,
solamente siete pasajeros y cuatro sacos de correspondencia. Al día siguiente, a las 7:00 am, fondeó en La Libertad con 4,793 bultos, dos pasajeros y seis sacos de correspondencia (Diario Oficial, martes 13 de junio de 1893).
A finales de agosto de 1893, se anunció que el puesto de capitán en el Colón estaba vacante debido a la muerte del Capitán Avery (The Morning Call, agosto 31 de 1893).
Durante 1894, el Colón continuó sus visitas a los puertos salvadoreños.
El primer arribo durante ese año es el 5 de febrero de 1894, fondeando en Acajutla procedente de San Francisco con 8,052 bultos y varios pasajeros (Diario Oficial, martes 6 de febrero de 1894).
En octubre 2 de 1894, el Colón llevó noticias a San Francisco sobre la muerte del historiador salvadoreño Luis A. Silveiro. El hombre de letras recién había terminado un documento sobre historia y geografía de El Salvador, donde se criticaba a los Ezeta y sus amigos, por lo que tenía planificado viajar en el Colón para publicar su obra en San Francisco. La mañana antes que salía el Colón del puerto salvadoreño, Silveiro fue encontrado en una calle de San Salvador muerto con un puñal incrustado en su corazón. El manuscrito desapareció (New York Tribune, octubre 30 de 1894).
El primer registro del Colón en costas salvadoreñas durante 1895 fue cuando fondeó en Acajutla el 8 de enero, procedente de San Francisco. Trajo cuatro sacos y tres paquetes de correspondencia, 5,293 bultos de mercaderías y varios pasajeros (Diario Oficial, 8 de enero de 1895).
El primer arribo del Colón a puerto salvadoreño en 1896 fue en enero 30, cuando fondeó en Acajutla procedente de San Francisco. Llegó con 2,495 bultos de mercadería, 11 sacos, 4 piezas de correspondencia y varios pasajeros (Diario Oficial, enero 30 de 1896).
En abril de 1897, el buque todavía es dirigido por el Capitán Geo Mckinnon y el 21 del mismo mes llegó nuevamente a Acajutla procedente de San Francisco. Trajo a este puerto 79 marineros y descargó 2,451 bultos de mercaderías, 24 sacos de correspondencia y 6 paquetes,
así como varios pasajeros (Diario Oficial, miércoles 21 de abril de 1897).
Dos días después (23 de abril) fondeó en La Libertad, donde dejó 2,238 bultos de mercadería (Diario Oficial, viernes 23 de abril de 1897).
El 7 de mayo llegó nuevamente a El Salvador en su regreso de Panamá, fondeando a las 6:00 am en La Libertad. Descargó 347 bultos de mercaderías, 61 sacos de correspondencia y a los pasajeros A. E. Corbruy, A. L Egliso y J. Unnela (Diario Oficial del 7 de mayo de 1897). Al día siguiente llegó a Acajutla. Posteriormente continuó hasta San Francisco, donde llegó el día 25 con la bandera amarilla que significaba una enfermedad contagiosa a bordo.
Inmediatamente fue ordenado a cuarentena. Justo después de que el vapor salió de Panamá se desataron varios casos de “una fiebre maligna” que empezaron en tercera clase y terminaron con la vida de tres tripulantes.
En enero 14 de 1904, apenas tres meses antes de encallar en los arrecifes de Punta Remedios, el Colón llegó a San Francisco proveniente de Panamá con las noticias de un gran desarrollo que está ocurriendo en el Istmo. Debido a la futura construcción del canal se estaban demoliendo casas y construyendo nuevos edificios.
La primera aparición del Colón en costas salvadoreñas durante el año 1904 fue el 8 de febrero procedente de San Francisco. Llegó a Acajutla a las 6:00 am con el Capitán Irvine, “con 75 hombres de mar”, 2,090 bultos de mercaderías, 12 sacos y 3 paquetes de correspondencia
y varios pasajeros (Diario Oficial, 8 de febrero de 1904).
Posteriormente fondeó en La Libertad el 10, con 227 bultos y sin pasajeros (Diario oficial, febrero 10 de 1904) y al día siguiente llegó a La Unión con 73 tripulantes, 802 bultos de mercaderías, 4 sacos y 4 paquetes de correspondencia, así como varios pasajeros. El buque
viajaba hacia el sur, por lo que es evidente que en esta ocasión el destino final era Panamá.
El Colón colisiona con el City of Sydney
En marzo de 1904 se asignó al Colón el Oficial en Jefe Sandberz, quien antes estaba en el Siberia. Muy poco tiempo después, aproximadamente un mes antes que el Colón se perdiera totalmente en Acajutla, este buque estuvo involucrado en una colisión con el vapor City of Sydney de la PMSC, dañándose la popa del Colón, por lo que según este periódico, el Capitán Irvine fue suspendido de su puesto hasta que se concluyó una investigación sobre este percance (TSFC, marzo 22 de 1904). No he logrado establecer la fecha exacta del accidente entre los dos vapores, pero se tiene registro que el 8 de marzo el City of Sydney se encontraba en el puerto salvadoreño de La Unión, dirigido por el Capitán W. H. Mclean y 70 tripulantes.
En esta ocasión descargó 761 bultos de mercaderías, 29 sacos, dos paquetes de correspondencia y dos pasajeros (Diario Oficial, marzo 8 de 1904). Posteriormente zarpó de La Libertad el día 10, con 344 sacos de café y 3 sacos de correspondencia (Diario Oficial, 10 de marzo de 1904) y después fondeó en Acajutla. El City of Sydney zarpó esa misma noche a las 8:40 pm de Acajutla hacia San Francisco con 495 bultos, 11 sacos, siete paquetes de correspondencia y varios pasajeros (Diario oficial, marzo 12 de 1904). Su siguiente puerto de fondeo fue Puerto San José, Guatemala. Es muy probable que la colisión entre los dos buques ocurriera cuando el City of Sydney realizaba el trayecto hacia San Francisco y el Colón viajaba hacia el sur.
Si el Capitán Irvine fue suspendido por este percance, tuvo que ser por muy poco tiempo ya que aproximadamente un mes después se encontraba nuevamente como capitán del Colón cuando este buque encalló en Acajutla.
El Colón salió desde San Francisco hacia Panamá por última vez el mediodía del 26 de marzo del muelle 40. El buque nunca llegó a su destino final.
Anuncio de la última salida del SS Colón de San Francisco el 26 de marzo de 1904, enmarcada en el rectángulo rojo. Obtenido de TSFC, 18 de marzo de 1904.
Final del Colón en 1904
El 9 de abril de 1904, el Colón se encontraba fondeado en Puerto San José de Guatemala, había salido de San Francisco el 26 de marzo en su ruta hacia Panamá. Esa noche se celebró a bordo el casamiento del Primer Oficial J. Wilson y en la celebración también participaron
la mayoría de los oficiales y parte de la tripulación. La fiesta se llevó a cabo en la habitación del Sr. Stevens quien era bodeguero y encargado de la alacena del buque. El Primer Oficial Wilson le ordenó al Sr. Stevens abrir botellas de licor para la celebración. Al día siguiente al atardecer, el Capitán William A. Irvine, quien tenía algún tiempo de capitanear el Colón, giró órdenes al Jefe de Ingenieros, M. D. Sullivan, para salir a todo vapor hacia Acajutla. Dos horas después de la orden, el vapor zarpó de Puerto San José en la oscuridad de la noche hacia el puerto de Acajutla. Al acercarse a la costa, el Capitán subió al puente, pero no verificó profundidades y distancia. Tampoco detuvo el buque para determinar ubicación y esperar el amanecer como hubiese sido el procedimiento correcto. A las 4:56 am del 11 de abril, el Colón colisionó con las rocas del arrecife que se encuentran en Punta Remedios, Acajutla. El choque perforó el casco del barco y el agua empezó a inundar los compartimientos inferiores, por lo que el Capitán ordenó dirigirse directamente a la playa para evitar su hundimiento. El buque encalló en la playa, a no más de doscientos metros al este de la bocana del río Sensunapan, entre el muelle (actualmente solo se encuentran los restos) y la desembocadura del río.
La noticia del accidente apareció en varios medios de comunicación los días siguientes al desastre, aunque la primera versión se difundió el mismo día en el Diario Oficial salvadoreño, bajo “Movimiento de Buques” en Acajutla, con fecha abril 11 de 1904:
“A las 6:30 am., encalló en esta rada el vapor N.A (norteamericano)‘Colón’, procedente de San Francisco de 1,843 toneladas de registro, en Capitán Irwine, con 74 tripulantes. Trae para este puerto 1,413 bultos de mercaderías, 18 sacos ¿---? Paquetes de correspondencia y a los pasajeros Canto, L. Fajardo, A. Lindo, J. Romero, H. Pérez, B. Davidson, A. Davidson, G. Cisneros, S. González y A. Ruiz, de San José de Guatemala. –Patente limpia. El vapor está varado entre la bocana del río Grande (Sensunapan) y el muelle. Se han tomado todas las providencias del caso” (Diario Oficial, lunes 11 de abril de 1904).
Al día siguiente (abril 12), la noticia aparece en varios periódicos en Estados Unidos. En el Oakland Tribune se presenta en primera plana (Figura 13) y en The Times Dispatch se describe el suceso:
“El vapor Colón se encuentra encallado en Salvador. Por la AP.”
“Nueva York, abril 12. Un despacho desde Acajutla, Salvador que fue recibido en esta oficina de la Pacific Mail Steamship Company el día de ahora, menciona que el vapor Colón se encuentra encallado cerca de la punta. Todos los pasajeros se salvaron. La extensión de los daños al Colón no puede ser determinada hasta que se realice un examen más completo” (The Times Dispatch, abril 13 de 1904).
El periódico The San Francisco Call era una buena fuente pública sobre acontecimientos relacionados a los buques que realizaban la ruta Panamá/San Francisco. En la edición del 13 de abril aparece la noticia de la colisión del Colón. Aquí se menciona que después de chocar con el arrecife en Punta Remedios, el buque retrocedió y el agua empezó a penetrar de una forma alarmante. “El Colón no está proveído con mamparos contra el agua.” Aquí se mencionó que el vapor había salido de Acajutla, siendo este un error común en algunos periódicos de la época. No he encontrado documentos que confirmen el fondeo del Colón a este puerto y si seguimos los horarios desde que zarpó de Puerto San José, todo indica que este vapor colisionó con el arrecife antes de llegar al puerto de Acajutla.
Es interesante incluir aquí una cita sobre Punta Remedios:
“El arrecife de Punta Remedios, donde el Colón encalló, se extiende unas dieciocho millas desde la punta y es una de las peores amenazas para la navegación entre San Francisco y Panamá. Los vapores de la Pacific Mail, Nicaragua y San Blas ambos tuvieron dificultades
en este arrecife que también escupió al buque Kambyses de la Línea Kosmos.” (TSFC, abril 13 de 1904). Ahora sabemos que el SS San Blas encalló en la Punta Comasagua en el departamento de La Libertad, a unos 50 kilómetros hacia el este de Punta Remedios, en la playa que actualmente lleva el nombre del vapor (Gallardo, 2011).
Noticia sobre el naufragio del Colón con una fotografía del vapor. Tomada de The San Francisco Call, 13 de abril de 1904.
Otra noticia posterior:
“El vapor Colón que se dirigía a Panamá con pasajeros y carga chocó contra una roca en Punta Remedios temprano esta mañana.
El vapor quedó encallado en la playa de Acajutla. No se perdieron vidas aunque los pasajeros se encontraban en un estado muy alterado cuando el vapor chocó. El cargamento se está extrayendo y la mayoría será puesto a salvo” (Hilo Tribune, abril 22 de 1904).
El 14 de abril de 1904 salió de Panamá el vapor Aztec de la PMSC para auxiliar al Colón que se encontraba varado en la playa. El buque se encontraba atascado en la arena con un agujero en el casco, por lo que fue una pérdida total y la ayuda debió ser muy
limitada (TSFC, abril 15 de 1904).
Los capitanes de los vapores de gran tamaño generalmente eran personas vistas por la sociedad como honorables, confiables y con experiencia, especialmente aquellos que trabajaban para las grandes empresas como la PMSC. Algunos de ellos tenían amigos en puestos políticos importantes. Cuando estos navíos sufrían accidentes, los medios de comunicación eran muy precavidos y muchas veces generosos con los capitanes, inclusive cuando sus errores habían ocasionado el accidente. Este fue el caso del SS San Blas que encalló en la costa de La Libertad debido a una equivocación del capitán.
Sin embargo, los medios de comunicación de la época expresan buenos comentarios y admiración al Capitán Joseph Cattarinich del San Blas, que según la información en los documentos se equivocó al ver luces en la playa y creyó que había llegado al puerto de La Libertad. Debido a esta confusión, el buque se acercó demasiado a la playa y encalló en las piedras de la península de Comasagua, lugar que actualmente se conoce como la playa San Blas, en La Libertad.
El mismo fenómeno ocurrió con los medios en el caso del Colón. Aunque sin duda el Capitán Irvine tenía mucha experiencia y había salvado al buque más de una vez como fue el caso del sábado 10 de enero de 1903, cuando estuvo a punto de encallar en Lime Point, California. En esta ocasión el barco pasaba por un estrecho canal para salir al mar, pero la marea estaba subiendo y la popa se acercó demasiado a las rocas, por lo que el capitán maniobró y colocó el vapor en el centro del canal (TSFC, enero 12 de 1903).
A diferencia del caso del vapor San Blas, el accidente del Colón fue causa de indagación y juicios para encontrar culpables. Fue necesario hacer una serie de sesiones con testigos y efectuar una investigación formal para determinar las circunstancias y culpabilidad en el desastre.
A principios de junio se anunció que la primera sesión fue suspendida hasta el 6 de ese mes en la mañana ya que el Ingeniero en Jefe M. P. Sullivan no se encontraba y los ingenieros
exigían su presencia. A Sullivan se le acusaba de intoxicación y negligencia en su trabajo y el Primer Oficial Wilson se le acusaba de haber pagado al bodeguero $100.00 para entregar licor a los presentes. “La investigación promete ser de gran interés” (TSFC, junio 7 de 1904).
Se llegó al dictamen que el Capitán Irvine fue culpable de negligencia y falta de destreza por lo que su licencia de piloto fue suspendida por 12 meses. La licencia del Primer Oficial J. Wilson fue suspendida por cuatro meses, el Tercer Oficial J. W. Taylor fue exonerado de culpa. La licencia del Ingeniero en Jefe, D. E. Sullivan fue suspendida por cuatro meses y las licencias de los ingenieros asistentes M. D. Sullivan, J. M. Campbell y Daniel Farley fueron
suspendidas por noventa días. El valor del buque fue estimado en $150,000.00 y la carga en $60,000.00, parte de la cual fue recuperada.
El Primer Oficial J. W. Wilson también fue declarado culpable por mal comportamiento la noche del 9 de abril, al dar instrucciones al bodeguero, H. G. Stevens en proporcionar licores y cerveza a los oficiales y tripulación; por no detener al bodeguero al repartir más licor cuando los presentes ya estaban ebrios; por beber con oficiales y por no informar al capitán del barco sobre la situación que existía a bordo. La fiesta terminó en desastre.
En la madrugada del 11 de abril de 1904, el Colon colisiono con el arrecife de los Cobanos y posteriormente el Capitán ordeno encallarlo en la Playa de Acajutla, a unos cien metros de la bocana del Rio Sensunapan. En la imagen aparece el barco encallado el mismo día del desastre.
Condiciones del sitio arqueológico
“Por patrimonio cultural subacuático se entiende todos los restos de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico arqueológico, que hayan estado bajo el agua parcial o totalmente, de forma periódico o continua, por lo menos durante 100 años…” (Artículo 1 de la Convención del 2001, UNESCO). Desde una perspectiva más amplia está la siguiente definición: “Por patrimonio cultural subacuático se entiende todos los rastros de existencia humana incluyendo todo tipo de materiales culturales que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua y que puedan ser estudiados para conocer individuos y sociedades del pasado”. El SS Colón se enmarca dentro de ambas definiciones.
El sitio arqueológico subacuático SS Colón se ubica en la playa de Acajutla, departamento de Sonsonate, a unos doscientos metros hacia el este de la bocana del rio Sensunapan. Es muy fácil de identificarlo ya que los restos sobresalen en la playa cerca del oleaje. Cuando la marea está baja, el agua del mar no hace contacto con
los fragmentos, pero cuando la marea sube quedan cubiertos parcialmente. Los restos consisten en la parte superior del motor con los dos cilindros y otros segmentos no identificados que continúan hacia el norte cubiertos por la arena. Se desconoce las condiciones de las partes del barco que están cubiertas, pero todo indica que gran parte del motor se encuentra debajo de los cilindros. Tampoco se sabe si existen restos bajo el agua hacia el sur.
Considerando el tiempo que tiene de estar en este ambiente (108 años), los fragmentos del motor están bien conservados y definidos. Esta es una cualidad en este tipo de hierro y una de las razones por las cuales estos motores eran construidos en las fábricas de Escocia, aunque el hecho que consumían menos carbón era otra ventaja. En la parte inferior se aprecia parte de las “patas” de hierro que estaban atornilladas en el casco y que sostenía ambos cilindros en la parte superior. Los dos cilindros están sobre estas dos patas y en la parte superior se observan los dos espacios donde estaban los pistones.
Aunque los pistones ya no existen se pueden observar los fragmentos de hierro que los sostenían en el interior de los cilindros.
Durante la visita al sitio entrevisté a un señor quien no quiso proporcionar su nombre y vive justo al lado norte de los restos frente a la playa. Este señor dijo que hace aproximadamente un año llegaron un grupo de hombres que trataron de fragmentar parte de los restos para venderlos como chatarra para posteriormente fundirlos. Esta depredación se ha vuelto una práctica común en otros sitios arqueológicos subacuáticos que son destruidos paulatinamente y vendidos por libra. El resultado de esta acción de saqueo es evidente en la parte superior del cilindro este donde falta un fragmento de hierro. Afortunadamente y gracias al buen hierro escocés, los saqueadores se dieron por vencido cuando fue muy dificultoso obtener más pedazos.
SS Colon (1871 - 1904)
Este Barco fue construido en el Astillero Roach & Son en Chester, Pensilvania, Estados Unidos, para la Pacific Mail Steamship Company. estuvo funcionando en la Ruta del Atlántico y posteriormente paso a cumplir con la ruta Panamá - san Francisco, visitando los puertos salvadoreños.
Restos del SS Colon en la Actualidad:
Publicación Actualizada: 28/01/2021
Contactanos:
Facebook: Mi Tierra Acajutla
Instagram: @mitierra.acajutla
Twitter: @mi_acajutla
Email: mitierraacajutla@gmail.com
Whatsapp: 7641-0489 / 7695-5820
Comments